Revisa posibles lesiones de cuello o de espalda en la persona. No trates de mover a alguien con una lesión de cuello o de columna. Opta por asumir que tiene una lesión de cabeza o de cuello en los siguientes casos:
- Si se queja de dolor de cuello o de espalda severo.
- Si la lesión ha ejercido una fuerza considerable en la espalda o cabeza.
- Si la persona se queja de debilidad, entumecimiento, parálisis o no tiene control sobre sus extremidades, vejiga o intestino.
- Si el cuello o la espalda de la persona está torcido o en una posición extraña
Deja a la persona lastimada en el suelo mientras se colocan la otra persona y tú en las posiciones apropiadas para utilizar el soporte humano. Esto puede ayudar a asegurar que no la dejen caer o la lastimen más mientras se ubican para realizar la técnica apropiada.
El rescatista y tú se pueden parar en uno de los costados del pecho de la víctima, frente a frente.[2] Asegurarse de estar en la posición apropiada puede ayudar a minimizar el riesgo de dejar caer a la persona o lastimarla más.
- Cada rescatista debe agarrar la muñeca de la víctima con la mano más cercana a los pies. Asegúrate de solo hacerlo con el lado que te toca de la víctima.
- La mano libre de tu compañero y la tuya deben agarrar las prendas de vestir de la víctima o el hombro más cercano.
Jálala cuando tu compañero y tú la hayan agarrado firmemente. Asegúrate de hacerlo lentamente de modo que no la codeen por casualidad o la suelten.
- Levantar lentamente a la víctima para que se siente puede darle también a su sistema circulatorio una oportunidad para estabilizarse, en especial si ha estado en el suelo. Esto puede ayudar a prevenir el mareo que puede causar que la persona se caiga.
- Puedes verificar verbalmente con la víctima si está consciente para asegurarte de que esto no le cause dolor o para confirmar que se sienta estable.[6]
- Deja que la persona se sienta al menos por algunos minutos antes de moverle para que se pare.
Ayuda a la víctima a pararse cuando esté lista y sea capaz de moverse. De lo contrario, levántala para que se pare tomándola de sus prendas de vestir.
- Dale tanto tiempo como necesite para pararse con tal de que no haya otro peligro inmediato. Esto puede ayudar a estabilizar su presión sanguínea y prevenir que se caiga innecesariamente, al igual que con sentarla.
- Quizá tengas que ofrecerle un poco más de apoyo si no puede colocar su pie o sus pies en el suelo. Retira tanto peso de su pierna o sus piernas como sea posible en este caso.
Hazlo cuando esté parada. Movilizar a la persona puede agregar una medida adicional de seguridad mientras se le asiste.
- Agárrale del cinturón o la pretina si está inconsciente. Jálala ligeramente para levantar su cuerpo hacia arriba.
Ponte ligeramente en cuclillas y coloca los brazos de la víctima encima de tu hombro y del de tu compañero rescatista. Esto debe colocarlos en la misma dirección de la víctima.
- Deben utilizar las piernas para pararse con la víctima. Asegúrate de hacerlo lentamente para mantener la estabilidad del agarre.
- Considera preguntarle a la víctima si aún está bien y lista para movilizarse.
- Asegúrate de darle tiempo suficiente.
Cuando todos estén parados y en la misma dirección, estarás listo para movilizarte con la víctima. Asegúrate de verificar que la víctima esté segura preguntándole o verificando con tu compañero rescatista si la víctima está inconsciente. Esto no solo puede ayudar a asegurar que no la dejes caer o la codees, sino también a retirarla más efectivamente de la situación.
- Las piernas de la víctima deben arrastrarse detrás de tu compañero rescatista y de ti.
- Asegúrate de hacer movimientos lentos y deliberados cuando arrastres a la víctima para asegurar su seguridad.
Improvisa una camilla para cargar a la víctima. Haz una camilla para cargar a la víctima si está inconsciente o inestable. Puedes utilizar dos varas o algunas cobijas, o improvisar una camilla con los materiales que tengas disponibles.[16]
- Busca dos varas fornidas, tres ramas u otros objetos rectos y colócalos paralelamente en el suelo.
- Toma una tela aproximadamente 3 veces más grande que una camilla común y ponla en el suelo. pon una vara resistente a la mitad de la tela. Dobla la sección sobre la vara.
- Pon la otra vara sobre los dos pedazos de tela, dejando espacio suficiente para el herido y suficiente tela para doblar sobre esta segunda vara.
- Dobla la tela sobre la vara para que al menos 30 cm (1 pie) de la tela revista la segunda vara. Toma el resto de la tela y dóblala de nuevo sobre las varas.
- Si no tienes una tela o manta grande, usa alguna camiseta, sudadera u otra prenda que tengas disponible. No cedas tus prendas de vestir si esta acción puede entorpecer tu habilidad de asistir a la víctima.
- Verifica la camilla que has creado para asegurarte de que sea lo más segura posible para que no dejes caer a la víctima.
Si no tienes los materiales para crear una camilla, puedes hacer una con las manos de tu compañero rescatista y las tuyas. Esto puede brindar una posición más estable a la víctima, en especial si está inconsciente.
- La víctima debe estar en el suelo y el rescatista con su mano más cerca de la cabeza de la víctima debe colocarla debajo de esta para darle apoyo.
- Cada rescatista debe agarrar la mano del compañero debajo del pecho de la víctima, al nivel del esternón bajo. Luego, deben entrelazar sus manos para crear una superficie estable.
- El rescatista con una mano más cerca a los pies de la víctima debe colocarla debajo de las piernas de esta última.
- Ponte en cuclillas, levanta suavemente a la víctima y movilízala.
Utiliza una silla para cargar a la víctima si está disponible. Este es un método muy efectivo si tu compañero rescatista y tú tienen que subir escaleras o caminar en un territorio estrecho o accidentado.
- Carga a la víctima y colócala en la silla o haz que se siente en esta si puede hacerlo.
- El rescatista que se pare en frente de la silla debe agarrarla por los lados de la parte posterior con las palmas de la mano hacia dentro.
- Desde este punto, el rescatista a la cabeza puede inclinar la silla hacia las patas posteriores.
- El segundo rescatista debe estar en frente de la víctima y agarrar las patas delanteras de la silla.
- Tu compañero rescatista y tú deben separar las piernas de la víctima y levantar la silla poniéndose en cuclillas y alzándola si tienen que cubrir una distancia larga.
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Transpórtelos con Seguridad
Al trasladar un accidentado o un enfermo grave, se deberá garantizar que las lesiones no aumentarán, ni se le ocasionarán nuevas lesiones o se complicará su recuperación ya sea por movimientos innecesarios o transporte inadecuado.
Es mejor prestar la atención en el sitio del accidente, a menos que exista peligro inminente para la vida de la víctima o del auxiliador como en un incendio, peligro de explosión o derrumbe de un edificio.
Una vez que haya decidido cambiar de lugar a la víctima, considere tanto la seguridad de la víctima como la suya. También tenga en cuenta su propia capacidad, así como la presencia de otras personas que puedan ayudarle.
Al trasladar un accidentado o un enfermo grave, se deberá garantizar que las lesiones no aumentarán, ni se le ocasionarán nuevas lesiones o se complicará su recuperación ya sea por movimientos innecesarios o transporte inadecuado.
Es mejor prestar la atención en el sitio del accidente, a menos que exista peligro inminente para la vida de la víctima o del auxiliador como en un incendio, peligro de explosión o derrumbe de un edificio.
Una vez que haya decidido cambiar de lugar a la víctima, considere tanto la seguridad de la víctima como la suya. También tenga en cuenta su propia capacidad, así como la presencia de otras personas que puedan ayudarle.
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